Como sabréis, la cocina es el lugar estratégico para almacenar la mayor parte de los gérmenes. Aproximadamente el 45% de las intoxicaciones por ingesta de alimentos se originan por una gran falta de limpieza en el hogar, especialmente en la cocina.
En nuestras cocinas pasamos bastantes horas del día. Ahí, elaboramos nuestras comidas, podríamos decir que incluso ha llegado a convertirse en el emplazamiento a lugares muy comunes como salones. Estas costumbres suponen como decimos, el aumento de la cantidad de gérmenes que habitan en ella.
Debemos ser cuidadosos con la manipulación de alimentos, usando guantes cuando sea necesario y limpiando utensilios y superficies siempre que vayamos a trabajar con un nuevo alimento. De esta forma, reducimos los riesgos de contaminación.
Según expertos en la materia, existen bacterias llamadas patógenos, que son especialmente peligrosas y transmisoras de enfermedades. La más conocida es la “Salmonella”, que pertenece al grupo de las enterobacterias (La presencia de enterobacterias dentro del organismo es normal, pero puede determinar la aparición de infecciones) y los hongos.
Tenemos que entender que, junto al baño, la cocina es el lugar donde podemos encontrar humedad. Cuando tenemos un producto fresco en un lugar con temperatura templada, estamos facilitando a que el microorganismo se extienda y provoque la intoxicación alimentaria.
¿Con qué limpiar la cocina?
Aquí te dejamos dos grandes consejos para mantener tu cocina en buen estado:
- Los trapos no se deben usar en una cocina profesional y generalmente tampoco se deberían usar para las particulares. Se recomienda utilizar papel, ya que de esta forma una vez pasado por primera vez por nuestra encimera o mesa, el papel queda totalmente inutilizable debido a la recogida de partículas y nuestra cocina queda totalmente limpia. Sin embargo, si nos decantamos por la utilización de los trapos, estamos totalmente expuestos a que los organismos se acumulen ahí y la probabilidad de intoxicación es mucho mayor.
- Con los productos de limpieza pasa prácticamente lo mismo. Debemos hacer un buen uso de ellos, dependiendo siempre de la superficie a la que estemos expuestos. Además, se deben almacenar en un lugar reservado exclusivamente para ellos, de esta forma evitaremos entrar en contacto con los alimentos cuando los estemos utilizando.
No dejes que entren más gérmenes en tu cocina, todo depende de ti.